8 de octubre de 2017

Porque no nos podemos conformar con que nos digan... "Ya hablará"

Hace unas semanas, en la reunión inicial del curso de 1º de Educación Infantil, una mamá le comentaba a la tutora que estaba muy preocupada porque su hijo de tres años no hablaba apenas.
La tutora le dijo que no se preocupara, que todavía era normal y que a muchos niños les pasa. Intentó tranquilizarla diciendo que  en  junio valorarían qué niños debían pasar el curso siguiente con la AL. 
Es decir, hasta 2º de Educación Infantil no lo consideraban un problema.


Imagen relacionadaEl caso es que si un niño de tres años no habla... NORMAL no es para NADA, y cuando hay un problema así, lo lógico es acudir al logopeda cuanto antes, además de visitar a los especialistas necesarios, si sospechamos que pueda haber alguna patología de base que cause estas dificultades (pediatra, neuropediatra, psicólogo, pedagogo, etc).


Como logopeda, me gustaría recordar a  padres y educadores que  el lenguaje es uno de los hitos más importantes del ser humano, es el instrumento facilitador de aprendizajes y de interacción con las personas.
Cualquier alteración debe ser detectada lo antes posible para poder intervenir en la misma. En la actualidad contamos con instrumentos de evaluación desde los 8 meses de edad. Sabemos que los precedentes del lenguaje (primeras vocalizaciones, protoconversaciones y gestos) tienen un valor predictivo en la aparición del léxico y la semántica y esto a su vez condicionará la evolución lingüística del niño. Es por esto, que es de vital importancia intervenir lo más tempranamente aprovechando los momentos de máxima plasticidad cerebral que se da en las primeras etapas.


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