17 de septiembre de 2013

TEA, DEFINICIÓN y SINTOMAS

SIGNOS Y SINTOMAS

 Los trastornos del espectro autista (TEA) abarcan una serie de dificultades que pueden causar problemas significativos de socialización, comunicación y conducta. Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de manera distinta a los demás. Los TEA son “trastornos de un espectro”. Esto significa que afectan de manera distinta a cada persona y pueden ser desde muy leves a graves. 
Las personas con TEA presentan algunos síntomas similares, como problemas de interacción social. Pero hay diferencias en el momento en que aparecen los síntomas, su gravedad y naturaleza exacta.  De acuerdo con la tabla siguiente, una persona puede tener una inteligencia promedio, poco interés en otras personas, utilizar un lenguaje verbal limitado, realizar conductas muy autoestimulantes como aletear con las manos, reaccionar poco al dolor y de manera exagerada a los sonidos, tener muy buenas destrezas motoras gruesas y ser menos hábil en las destrezas motoras finas. 
Los TEA aparecen antes de los tres años de edad y duran toda la vida, pese a que los síntomas pueden mejorar con el tiempo. Algunos niños con TEA dan señales de que presentarán problemas futuros a los pocos meses de nacer. En otros, puede ser que los síntomas no se manifiesten  hasta los 24 meses o después. Algunos niños con TEA parecen desarrollarse normalmente hasta alrededor de los 18 a 24 meses de edad, cuando dejan de adquirir nuevas destrezas o pierden las que ya tenían. En los estudios se ha observado que entre un tercio y la mitad de los padres de niños con TEA notaron un problema antes de que el niño cumpliera su primer año y cerca del 80 al 90% vio problemas hacia los 24 meses de edad. Es importante señalar que algunas personas que no tienen TEA pueden presentar también algunos de estos síntomas. Pero para las personas con TEA, estas discapacidades dificultan mucho su vida.


SIGNOS DE ALARMA

 Una persona con TEA puede ser que: 
-No reaccione cuando la llaman por su nombre, hacia los 12 meses de edad 
-No señale objetos para mostrar su interés (señalar un avión que está volando), hacia los 14 meses 
-No juegue con situaciones imaginarias (por ejemplo, dar de “comer” a la muñeca), hacia los 18 meses
- Evite el contacto visual y prefiera estar sola 
-Tenga dificultad para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos 
-Tenga retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje 
-Repita palabras o frases una y otra vez (ecolalia) 
-Conteste cosas que no tienen que ver con las preguntas Le irriten los cambios mínimos Tenga intereses obsesivos 
-Aletee con las manos, meza su cuerpo o gire en círculos 
-Reaccione de manera extraña a la forma en que las cosas huelen, saben, se ven, se sienten o suenan 

DESTREZAS SOCIALES

Los problemas de socialización son uno de los síntomas más comunes en todos los tipos de TEA e incluso pueden causar problemas graves en su vida cotidiana. 
Ejemplos de problemas de socialización relacionados con los TEA: 
-No reacciona cuando lo llaman por su nombre
-Evita el contacto visual 
-Prefiere jugar solo 
-No tiene los mismos intereses que los demás 
-Solo interactúa para lograr una meta que desea 
-Es inexpresivo o tiene expresiones faciales inapropiadas 
-No entiende los límites en el espacio personal 
-Evita o rechaza el contacto físico 
-No se le puede confortar si está angustiado -
Tiene dificultad para comprender los sentimientos de otras personas o para hablar de sus propios sentimientos 
-Los bebés con desarrollo normal tienen mucho interés en el mundo y la gente que los rodea. 
Hacia su primer año, un niño con desarrollo normal interactúa con las demás personas mirándoles a los ojos, imitando sus palabras y acciones y usando los mismos gestos, como aplaudir o decir "adiós" con la mano. Los niños con desarrollo normal también muestran interés en los juegos sociales como “las escondidas” y las palmaditas con las manos. Pero un niño pequeño con TEA puede tener mucha dificultad para interactuar con otras personas. Algunas personas con TEA puede que no tengan ningún interés en los demás. Otras, puede que quieran tener amigos pero que no sepan cómo hacer amistades. Muchos niños con TEA tienen mucha más dificultad que otros niños para aprender a compartir y esperar su turno. Esto puede hacer que los otros niños no quieran jugar con ellos. Las personas con TEA pueden tener problemas para mostrar o hablar de sus sentimientos. También pueden tener dificultad para comprender los sentimientos de los demás. Muchas personas con TEA se molestan cuando las tocan y es posible que tampoco quieran que las tomen de la mano o las abracen. 
Las conductas autoestimulantes (p. ej., aletear con las manos una y otra vez) son comunes en las personas con TEA. La ansiedad y la depresión también afectan a algunas personas con TEA. Todos estos síntomas pueden dificultar aún más el manejo de sus problemas de socialización. 

COMUNICACIÓN

 Todas las personas con TEA son distintas en su capacidad para comunicarse. Algunas pueden hablar bien. Otras hablan muy poco o no pueden hablar nada. Cerca del 40% de los niños con TEA no hablan nada. Entre el 25 y el 30% de los niños con TEA dicen algunas palabras hacia los 12 y 18 meses de edad y luego las pierden.[1] Otros solo hablarán hasta que tengan más edad. 
Ejemplos de problemas de comunicación relacionados con los TEA: 
-Presenta retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje 
-Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalia) 
-Invierte los pronombres (p. ej., dice “tú” en lugar de “yo”) 
-Contesta cosas que no tienen que ver con las preguntas 
-No señala ni reacciona cuando se le señala algo 
-No usa ningún gesto o utiliza muy pocos (p. ej., no dice adiós con la mano) 
-Habla en un tono monótono, como robot, o como cantando 
-No juega con su imaginación (p. ej., no juega a que “alimenta” a su muñeca o a que "vuela" su avión) 
-No entiende los chistes, el sarcasmo o las bromas que le hacen 
- Las personas con TEA que sí hablan, lo hacen de manera inusual. 
Puede que no sean capaces de formar frases completas con palabras. Algunas solo usan una palabra a la vez cuando hablan. Otras repiten las mismas palabras o frases una y otra vez. Algunos niños repiten lo que dicen los otros, un trastorno llamado ecolalia. Es posible que repitan las palabras inmediatamente después de haberlas oído o más tarde. Por ejemplo, si usted le pregunta a alguien con TEA "¿quieres jugo?", esa persona repetirá "¿quieres jugo?" en lugar de contestar la pregunta. 
Pese a que muchos niños sin TEA pasan por una etapa en la que repiten lo que oyen, a menudo la superan hacia los tres años de edad. Algunas personas con TEA pueden hablar bien pero se les dificulta escuchar lo que dicen los demás. Las personas con TEA puede que tengan dificultad para utilizar y comprender los gestos, el lenguaje corporal o el tono de voz. Por ejemplo, puede ser que no entiendan lo que significa decir adiós con la mano. Las expresiones faciales, los movimientos y los gestos puede que no correspondan a lo que dicen. Por ejemplo, sonreír cuando están diciendo algo triste. Es probable que digan "Yo" cuando quieren decir "Tú" y viceversa. Sus voces pueden sonar monótonas, como de robot, o tener un tono agudo. Las personas con TEA puede que se acerquen demasiado a la persona con la que hablan o que hablen mucho de un solo tema de conversación. Probablemente hablen mucho de algo que verdaderamente les gusta en lugar de escuchar también lo que dice la otra persona. 
Algunos niños con destrezas de comunicación relativamente buenas hablan como adultos pequeños, en lugar de expresarse de manera infantil como lo hacen otros niños. 

 CONDUCTAS E INTERESES POCO COMUNES

 Muchas personas con TEA tienen conductas e intereses que no son comunes. 
Ejemplos de conductas e intereses inusuales relacionados con los TEA: 
-Coloca juguetes u otros objetos en línea 
-Juega con sus juguetes de la misma manera todo el tiempo 
-Le interesan las partes de los objetos (p. ej., las ruedas) 
-Es muy organizado Se irrita con cambios mínimos 
-Tiene intereses obsesivos
- Tiene que seguir ciertas rutinas 
-Aletea con las manos, mece su cuerpo o gira en círculos 
 Los movimientos repetitivos son acciones que se repiten una y otra vez. Pueden hacerse con una parte del cuerpo o con todo el cuerpo, o hasta con un objeto o juguete. Por ejemplo, las personas con TEA puede que pasen mucho tiempo aleteando con sus manos repetidamente o meciéndose de un lado a otro. Puede que enciendan y apaguen una luz o que giren las ruedas de su carrito de juguetes todo el tiempo. Este tipo de actividades se denomina autoestimulación o conductas estereotipadas. 
Las personas con TEA a menudo se desarrollan mejor con la rutina. Un cambio en su patrón normal del día, como una parada de camino a la casa después de recogerlos de la escuela, puede irritarlos mucho. Pueden “perder el control” y hacer un berrinche o una rabieta, especialmente si es un lugar que no conocen. Algunas personas con TEA pueden crear rutinas que parecen extrañas o innecesarias. Por ejemplo, intentar asomarse en todas las ventanas que hay en un edificio o querer ver siempre un video de principio a fin, incluso los cortos y los créditos. Si no se les permite hacer este tipo de rutinas pueden reaccionar con gran frustración o con rabietas.  

OTROS SINTOMAS

Algunas personas con TEA tienen otros síntomas. 
Estos pueden ser: 
-Hiperactividad (muy activos) 
-Conductas impulsivas (actuar sin pensar) 
-Prestar poca atención 
-Agresividad 
-Autolesionarse 
-Rabietas 
-Hábitos extraños al comer y dormir 
-Estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales 
-No tener miedo o temer más de lo normal 
-Reaccionar de manera extraña a la forma en que las cosas huelen, saben, se ven, se sienten o suenan 
 Por ejemplo, reaccionar poco o de manera exagerada frente al dolor o a un ruido fuerte. 
-Puede que tengan hábitos de alimentación anormales. Por ejemplo, algunas personas con TEA incluyen en su dieta muy pocos alimentos. Otras puede que coman cosas que no son alimentos, como tierra o piedras (a esto se le llama pica). 
-También pueden tener problemas crónicos de estreñimiento o diarrea. 
-Las personas con TEA tienen hábitos de dormir extraños. 
-También puede ser que tengan estados de ánimo o reacciones emocionales anormales. Por ejemplo, reír o llorar en momentos poco oportunos o no expresar una emoción cuando es de esperarse.
- Además, es posible que no tengan miedo a los peligros reales y que sean muy temerosos de los objetos o situaciones inofensivas. 
Los niños con TEA se desarrollan a un ritmo distinto en cada área. Pueden presentar retrasos en la adquisición de las destrezas del lenguaje, sociales y del aprendizaje y a la vez tener la capacidad de caminar y moverse como los otros niños de su edad. Pueden ser muy buenos para resolver rompecabezas o problemas de juegos por computadora pero tener problemas de socialización como hablar o hacer amigos. Algunos niños con TEA puede ser que aprendan primero una destreza difícil y luego una fácil. Por ejemplo, es posible que un niño lea palabras largas pero que no sepa reconocer el sonido de la "b". Todos los niños se desarrollan a su propio ritmo, por lo que no es fácil predecir con exactitud cuándo aprenderán una destreza en particular. Pero hay indicadores del desarrollo específicos por edad que se utilizan para medir el progreso emocional y social del niño en los primeros años de vida. 

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